El período que llamamos sueño está
interrumpido recurrentemente por breves momentos de vigilia, durante los
cuales, nos reacomodamos y cambiamos de posición. En algunas personas, ello
puede ocurrir pocas veces, en otras, muchas veces, resultando un sueño muy
inquieto. A pesar de ello, al despertar se puede tener una sensación placentera
de recuperación, de haber dormido bien.
No siempre ocurre así, este esTrastorno de conducta del sueño REM el caso de los
trastornos de movimiento durante el sueño, como el que hoy nos ocupa: El trastorno de conducta del sueño REM.
La ensoñación, esa que conocemos con imágenes
vívidas y disparatadas, cargadas de emoción, ocurre en una etapa del sueño que
acostumbro a llamar sueño de la ensoñación para
referirme coloquialmente a la fase de “sueño REM” o REM Sleep en inglés. Esta abreviación
surge de “Rapid Eye Movement” o “Movimiento Rápido de los Ojos” puesto que
durante este período se observa de manera característica a los globos oculares
danzando activamente bajo los párpados. Basta observar los ojos de un
niño pequeño durmiendo para identificar fácilmente este estado. De hecho, fue
esa mirada aguda la que condujo a Nathaniel Kleitman a describir a esta etapa
del sueño en 1953.
El sueño REM es un estado de gran actividad
cerebral, con áreas de elevado flujo sanguíneo y alto consumo de oxígeno. A
pesar de ello, en la musculatura corporal se registra gran flacidez. Esta
relajación profunda de la musculatura voluntaria se genera en el tallo
cerebral, desde donde algunos centros neuronales envían impulsos que inhiben
activamente a las neuronas motoras localizadas en la médula espinal. En
términos coloquiales, “a través de unos cables directos, el cerebro paraliza la
musculatura”. Esta parálisis fisiológica impide actuar los ensueños.
Sin embargo, existen gaticos que durmiendo
profundamente, en sueño REM, se paran, caminan y ejecutan conductas complejas
que parecen tener propósito. Estos animales han sido producidos
experimentalmente en los laboratorios de investigación, por medio de la lesión
de estos centros neurales del tallo. Es sorprendente observar que actúan como
si estuvieran despiertos; lo que pueden apreciar muy bien en uno de los videos
que recomiendo al final1.
Algunas personas también actúan sus ensueños.
En ellas, la mencionada parálisis durante el sueño REM no se produce o se da en
forma incompleta, lo cual es el caso de la somniloquia –o hablar dormido.
Hay conductas más aparatosas y peligrosas, con gran agitación motora en
las que el durmiente puede resultar lesionado o incluso agredir al compañero de
lecho. Este es un trastorno del dormir conocido como Trastorno de Conducta del Sueño
REM2. Su causa, una lesión del tallo cerebral que por lo general es
de naturaleza degenerativa, pero también puede ser de tipo tumoral. En buen
número de casos, no se identifica el origen y se denominan
"idiopáticos".
Los estudios que han seguido la evolución de
las personas con la afección durante más de una década, han identificado que la
mitad de ellas desarrollan dentro de los siguientes 12 años enfermedades
neurodegenerativas marcadas por el metabolismo anormal de una proteína conocida
como sinucleína, por lo que se las
categoriza con el nombre de sinucleopatías. En ellas se
incluyen la Enfermedad de Parkinson, la Demencia a Cuerpos de Lewy y la Atrofia
de Múltiples Sistemas. Esta gran ventana de tiempo entre la primera
manifestación del trastorno y la aparición clínica de estas enfermedades
permitiría intervenir para hacer neuroprotección, y prevenir su aparición.
Por los momentos, lo único que tenemos a la mano, de manera general, es la
actividad física aeróbica regular.
Esta enfermedad del sueño se diagnostica en el
laboratorio de Polisomnografía Clínica, en el que se registra la actividad
eléctrica cerebral y se graba la conducta durante el sueño de la persona.
Requiere ser tratada con neurofármacos que modifican los neurotransmisores
cerebrales involucrados en el trastorno, lo que conduce a mejorar rotundamente
la calidad del sueño del sujeto y su compañero de lecho.